
Baja el consumo drásticamente o elimina por completo las HARINAS BLANCAS, AZÚCAR BLANCA Y ARROZ BLANCO.
Este tipo de alimentos baja el nivel de tus minerales, provoca vejez prematura, reduce la vida y además alimenta la cándida -hongo-. Desgraciadamente el 95% de la población tiene sus niveles muy bajos en minerales, se presenta un sin fin de enfermedades ya que los minerales se encarga de equilibrar el PH del organismo. Al tener los niveles bajos de minerales, el mismo se acidifica y por tal motivo se presentan las enfermedades.
El azúcar, las harinas y el arroz blanco son procesados -refinados-, es decir, les quitan los nutrientes, así que al no tener enzimas, vitaminas y minerales, les tienen que robar al cuerpo estos nutrientes para que el organismo los pueda asimilar.
¿POR QUÉ SE PRESENTA ESTE DESEQUILIBRIO EN EL NIVEL DE AZÚCAR?

Se debe a que el azúcar artificial o cualquier jarabe, sirope de melaza procesada no tiene nutrientes y esto ocasiona que el cuerpo se desmineralice bajando el nivel del cromo ya que éste se encarga de proporcionar energía a las células del páncreas para que secreten insulina, la cual es responsable de regular el azúcar en el cuerpo y que por medio de esta, le llegue la cantidad necesaria a todas las células del cuerpo. Al bajar el nivel de cromo, la insulina no puede regular el nivel de azúcar y ésta se queda en la sangre, por lo que sube a un nivel mas bajo de lo normal y es cuando se produce la ansiedad y el cuerpo quiere ¡más dulce!
Esto se puede comprobar si le das un dulce a un niño dos horas antes de la comida, el pico glucémico se va a provocar y cuando quieras que el niño coma, por supuesto no va a querer comer porque tiene el nivel de azúcar mas arriba de lo normal y después de una hora te va a pedir más dulce. Ésta es una situación grave ya que muchas mamás desconocen.
Además de desequilibrar el nivel glucémico, al no tener nutrientes estos alimentos, se produce un ambiente ácido en el cuerpo debido a la desmineralización y es ahí donde se originan las enfermedades como fragilidad ósea, anemia, mal formaciones en las arterias y huesos, infertilidad, niveles altos de colesterol y ataques cardíacos.